Un cigarrillo electrónico, a veces llamado e-cigarrillo, funciona con una pila, bien desechable o recargable. El sensor de flujo de aire detecta cuando usted aspira el aire por la boquilla. El sensor indica al microprocesador que encienda el elemento térmico y comience el proceso que convierte la solución de nicotina en un vapor que usted inhala. Muchos de los cigarrillos electrónicos tienen un indicador LED (una pequeña luz) en el extremo que se ilumina de color rojo cuando se inhala.

Para algunos fumadores, los cigarrillos electrónicos pueden satisfacer sus ansias de nicotina. Sin embargo, la nicotina de los cigarrillos electrónicos es adictiva. Y contienen pequeñas cantidades de sustancias químicas nocivas.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE. UU. (U.S. Food and Drug Administration o FDA, por sus siglas en inglés) tiene normas para los cigarrillos electrónicos que incluyen advertencias de salud requeridas, prohibición de la venta a menores de 18 años y prohibición de dar muestras gratuitas.

Un cartucho de cigarrillo electrónico contiene una alta concentración de nicotina que, si se ingiere, puede ser muy tóxica o incluso mortal. Mantenga estos cartuchos fuera del alcance de los niños.